¿Miércoles de Ceniza?
El Miércoles de Ceniza es el primer día de la cuaresma en los calendarios litúrgicos católicos y anglicano, como así también de diversas denominaciones protestantes (luterana, metodista, presbiterana y algunas bautistas). Se celebra cuarenta días antes del Domingo de Ramos que da comienzo a la Semana Santa. La ceniza, cuya imposición constituye el rito característico de esta celebración litúrgica, se obtiene de la incineración de los ramos bendecidos en el Domingo de Ramos del año litúrgico anterior.
Este día, que es para los católicos día de ayuno y abstinencia, igual que el Viernes Santo, se realiza la imposición de la ceniza a los fieles que asisten a misa. Estas cenizas se elaboran a partir de la quema de los ramos del Domingo de Ramos del año anterior, y son bendecidas y colocadas sobre la cabeza de los fieles como signo de la caducidad de la condición humana; como signo penitencial, ya usado desde el Antiguo Testamento; y como signo de conversión, que debe ser la nota dominante durante toda la Cuaresma.
La celebración de este día puede iniciarse con una procesión penitencial desde el exterior del templo, desde una capilla vecina, o por lo menos una entrada procesional del sacerdote celebrante y los ministros sagrados. Mientras ocurre esta procesión se cantan las letanías de los santos.
Simbolismo y origen de la costumbre
Urna cineraria romana de alabastro, datada de 90-100 d. C. La base incorporada es contemporánea. En la mayoría de las culturas, las cenizas son símbolo de la muerte y de la precariedad de la vida.
El simbolismo de la ceniza se relaciona con el hecho de ser el residuo frío y pulverulento de la combustión, lo que persiste luego de la extinción del fuego. La ceniza simboliza la muerte, la conciencia de la nada y de la vanidad de las cosas, la nulidad de las criaturas frente a su Creador, el arrepentimiento y la penitencia. De allí las palabras que Abraham pronuncia en el Génesis:
Aunque soy polvo y ceniza me atrevo a hablar a mi Señor.
Génesis 18:27