Sin Dios ni Ley Quedó el Barrio Popular
Expuestos a los delincuentes quedaron los habitantes del barrio Popular, ante el cierre del único CAI de Policía.
Con las puertas caídas, las paredes fisuradas, los baños dañados y las celdas destruidas, así quedaron las instalaciones donde funcionó durante 65 años el CAI de Policía del barrio Popular. Luego de que los uniformados se retiraran del Comando de Atención Inmediata, aduciendo que las condiciones del lugar no eran óptimas para permanecer allí. Sin embargo, Adriana Cetarez, presidenta de la Junta de Acción Comunal, desmintió dicha afirmación y, por el contrario, aseguró que hace 10 años, los habitantes y comerciantes del sector, le hicieron varias inversiones.
“Era uno de los mejores CAI que tenía la ciudad. Se nota claramente que hubo manos criminales, que destruyeron las puertas, las celdas y los baños. Fueron tan brutos que quitaron los aires acondicionados y no sellaron los orificios, permitiendo así el acceso de los habitantes de calle. Todo esto son actuaciones humanas para justificar. Si la Policía no es culpable por acción, sí lo es por omisión, porque permitió que hicieran eso para justificar las pésimas condiciones a las cuales nunca estuvieron expuestos los uniformados”, denunció la líder comunitaria.
La mujer dijo que los uniformados nunca le informaron a la comunidad, ni a la directora del colegio Manuela Beltrán, institución educativa a la que pertenece el predio del CAI sobre el traslado. Igualmente, la presidenta rechazó que este lugar ahora sea el dormitorio de delincuentes y que el nuevo CAI móvil no brinde la atención adecuada-
Redactado por:
Camila Mojica
Comunicadora Social – Periodista