Una familia recuperó tierras que habían abandonado por presión de las Autodefensas
El Juzgado Civil Especializado en Restitución de Tierras de Cundinamarca, falló a favor de una viuda, sus hijos y nietos, quienes fueron víctimas de la violencia paramilitar que asechó diferentes zonas de Casanare.
El predio conocido como “Mata de Palma”, fue abandonado por presión del entonces jefe paramilitar Héctor Buitrago, ya está en manos los integrantes de la familia Cano, quienes siempre han sido los dueños, y luego de 29 años, podrán regresar a su tierra en la vereda El Guaira del municipio de Tauramena.
La tranquilidad para esta familia campesina terminó dos años después, cuando a su finca llegaron las Autodefensas Unidas del Casanare, al mando de Buitrago, y les ofrecieron comprar la propiedad por una suma mucho menor a su precio real. La propuesta fue rechazada y esto desató actos violentos por parte de los paramilitares.
Tras la ola de violencia, esta familia se vio obligada a marcharse de su propiedad y radicarse en el municipio de Monterrey y luego al casco urbano de Tauramena; en el 2015 intentaron vender el predio, pero uno de sus integrantes fue asesinado, por lo que decidieron no continuar con el negocio.
El director de la Unidad de Restitución de Tierras en Meta, Wilson Leyton, señaló que gracias al acompañamiento judicial brindado por la entidad, “la justicia emitió la quinta sentencia del Casanare que devuelve la tierra a la familia Cano integrada por una viuda, dos hijos y sus cuatro nietos y con la cual ratifica el avance de la restitución de los derechos territoriales de las víctimas en ese departamento”.
Los campesinos beneficiarios de este fallo de restitución, también tendrán derecho a un proyecto productivo que les permitirá alcanzar un futuro sostenible, la reparación integral a través del acceso a la oferta institucional del Estado y al alivio de pasivos por concepto de impuesto predial, tasas y otras contribuciones, así como la inclusión en programas de generación de ingresos.