Asamblea VS Gobernación: una pelea de egos y populismo
Mientras la Gobernación y los diputados se desgastan en una pelea entre egos y populismo, el sector de la salud lanza un S.O.S, para que los encargados de dirigir el departamento los auxilien en medio de una crisis que ha aumentado consecuencia de la pandemia.
Según revelaron varios médicos, el Hospital de Villavicencio –que es uno de los más importantes de la región pues atiende pacientes de Vichada, Guainía, Casanare, Cundinamarca, Vaupés y Guaviare-, no cuenta con el personal suficiente para asistir a los ciudadanos. Solamente en 2019, el centro médico atendió a 201.625 personas, cifra que aumentó este año a raíz del Covid-19, virus que tiene en jaque al Hospital, en el que los pasillos están llenos de enfermos, y los muertos por Coronavirus pasan por el lado de los que se están recuperando.
La crisis hospitalaria, que no es cosa de ayer, ya se había advertido, no solo por la reapertura económica, que aumentó los contagios en 1,3% en el Meta, sino también por la falta de camillas, elementos médicos y las condiciones laborales de los galenos. Situación que no ha sido atendida como debe ser, porque la Gobernación y la Asamblea han iniciado una batalla mediática y legal para demostrar quién tiene más poder.
El gobernador insiste en invertir recursos para demandar a los diputados y tener una duma temerosa que le aplauda durante los 3 años de gobierno que le quedan, asegurando así su tan anhelada candidatura presidencial, además de apelar al populismo en los medios de comunicación y sus redes sociales cada vez que tiene la oportunidad.
Por su parte, los asambleístas están empecinados en demostrar su rudeza con una administración que le ha facilitado la labor con el mal manejo que ha tenido -secretarios sin títulos, retraso en la entrega del plan de armonización, mala ejecución en los contratos, etc-. Y en medio de esta batalla, el Hospital departamental agonizando en una crisis de la que no ven salida, a menos de que la Asamblea y la Gobernación se pongan de acuerdo para destinar más recursos que mejoren el servicio y las condiciones laborales de quienes, desde el inicio de la emergencia en el país, le han puesto el pecho a salvar el mayor número de vidas.
Esperemos que estas dos instituciones políticas demuestren su compromiso con la salud y seguridad de los metenses, y dejen a un lado sus egos y populismos para darle un salvavidas al centro médico que desde 2015 viene muriendo lentamente por el abandono estatal.
Por: Stiven Pérez Martínez
Comunicador Social – Periodista