“La muerte solo se logra con el olvido»
Pensar en Julio Daniel Chaparro y evitar recordar sus grandes habilidades poéticas y como escritor, es casi imposible, así inició la bienvenida que Gladier Charry, directora de la Casa de la Cultura Jorge Eliecer Gaitán, ofreció a los asistentes, que en esta tertulia poética, rindieron homenaje al desaparecido periodista, Julio Daniel Chaparro
Al cumplirse 24 años de su asesinato, su padre el también talentoso periodista Héctor Julio Chaparro Mesa, inició la tertulia con estas palabras que al tiempo son una invitación a la reflexión: » Lamentablemente no lo han leído en el país; lo guardamos en los anaqueles, pero Julio Daniel es uno de los grandes poetas Latinoamericanos; pienso que es uno de los más grandes poetas que ha tenido esta tierra llanera porque su canto es muy singular. Sus voces y sus cantos literarios solamente los manejaba Julio Daniel».
Sus más cercanos amigos continuaron la tertulia con el recital de algunos de sus poemas, en el intervalo, cada uno recordaba anécdotas compartidas con este carismático personaje. En recuento se puede decir que Julio Daniel Chaparro era un buen bailarín y bohemio, creído y gustoso de un buen vino; debutó colocando discos en Radio Cinco y entre 1986 y 1987 codirigió con sus amigos la revista Oriente, así en 1989, invitado por Marisol Cano, inició sus labores en El Espectador.
Finalmente, se hizo una gentil invitación a recordar la memoria de nuestros artistas a través de la lectura de sus obras, en este caso, se citarón libros como Éramos como soles, País para mis ojos, Árbol ávido y Papaíto país.
El Cierre, estuvo a cargo del maestro Anderson Arenas, director musical de la Escuela de Artes Miguel Ángel Martín, quien con su grupo musical, como no podía faltar, interpretaron al canción favorita de la época de Julio Daniel Chaparro, “La quiero a morir”, que removió a algunas fibras, pero trajo a la memoria grandes y particulares momentos de un gran artista.